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Definición

Úlceras de córnea

Pérdida de tejido corneal.

Etiología

Traumática (arañazo, proyectil, golpe, etc.), raspaje reiterado (pelos propios, cuerpo extraño), exposición (ectropion, parálisis palpebral, falta de película lagrimal), infecciosa (moquillo canino, herpes felino, bacterias, hongos), incremento excesivo de las proteinasas propias, bacterianas o micóticas. Considerar a toda úlcera primaria o secundariamente infectadas.

Síntomas

Blefarospasmo (párpados cerrados), parpadeo frecuente, epífora (lagrimeo abundante) o secreciones mucosas o purulentas, en equinos pestañas hacia abajo, depresión en la córnea o, por el contrario, elevación sobre la curvatura normal.

Diagnóstico

Fluoresceína 0,5-1-2 % persistente impregnando de verde parte de la córnea luego de lavados oculares, solución fisiológica o similar. Más precoz es Rojo de Bengala, que tiñe tejidos desvitalizados o sin mucina de este color. Emplear en este orden, previa anestesia con proparacaína.

Clasificación

Según su profundidad: en superficiales (falta epitelio y parte del estroma), profundas (llegan a membrana de Descemet, perdió todo el estroma) y perforadas (sale humor acuoso y/o sangre).
Con fluoresceína las superficiales tiñen el estroma expuesto de verde. Las profundas sólo su periferia, no el centro. Las perforadas pueden producir una corriente verde, mientras sale humor acuoso (signo de Seidel), o si hay un tapón de fibrina no se colorean.
La fluoresceína puede ser falsamente positiva ante presencia de mucus, que lo tiñe, o si no se lava abundantemente. Si se dispone de luz azul (lámpara de Wood), portátil (detector de pesos falsos o ad hoc), en oftalmoscopio, o en lámpara de hendidura, se exalta la fluorescencia.
Úlceras fundentes se denominan a las que progresan de un estadío a otro rápidamente, por la presencia de proteinasas en gran cantidad, frecuentes con Pseudomonas y Estreptococos beta hemolíticos, o en equinos.

Pronóstico

Riesgo de extensión en superficie y profundidad. Puede derivar en uveítis (inflamación intraocular) e hipertensión ocular. Por lo que el pronóstico debe ser reservado al curso de la afección, o desfavorable ante lesiones con pérdida de contenido.

Tratamiento

Disminuir la molestia y el dolor, por compasión y evitar que se dañen. Pueden emplearse collares isabelinos en animales pequeños, así como protectores oculares en caretas de equinos, o sujetarlos de forma conveniente.
Eliminar la infección primaria y secundaria. Favorecer la reparación fisiológica.

Tratamientos médicos

Analgésicos como aspirina, meloxicam, piroxicam, carprofeno, en caninos.  Aspirina en felinos. Aspirina, fenilbutazona, flunixin meglubina en equinos. Importantes ante uveítis. Los de aplicación tópica, como diclofenac y flurbiprofeno, son útiles pero pueden retrasar la curación de las úlceras.
Sulfato de atropina en colirio ante riesgo o presencia de perforaciones, evitando estafiloma (hernia de iris) y en uveítis. Bajo riesgo de producir cólicos en caballos.

"Es negligencia profesional dejar de efectuar al menos los test de Schirmer y de fluoresceína."

Inhibidores de proteasas: suero sanguíneo del mismo sujeto, EDTA y condroitin sulfato. Éste es un biopolímero natural, viscoelástico, el cual actúa como un soporte elástico que permite oxigenación y nutrición de la córnea. Acción anabólica. Atrapa agua formando un gel.
Antibióticos: si bien varios pueden ser adecuados, los aminoglucósidos como gentamicina y tobramicina (buena opción ante Pseudomonas resistentes), las cefalosporinas más modernas, y las quinolonas como ofloxacina y ciprofloxacina, son en la actualidad más eficaces. Esta última, es de amplio espectro antibacteriano, rápida acción, evitando el inicio de resistencia bacteriana. No es tóxica para el tejido corneal ni el epitelio.
Cultivos y antibiogramas pueden ser obtenidos a partir de hisopados, pero mejor raspajes con espátula metálica o talón de hoja de bisturí estériles, tomados antes que cualquier otro procedimiento.
En equinos es conveniente instalar un sistema de lavaje subpalpebral o nasolagrimal, para aplicar medicación tópica frecuente.

Tratamientos quirúrgicos

Desbridamiento de tejidos muertos, mediante hisopo seco o impregnado en ácido tricloroacético 30% o fenol, o instrumental quirúrgico.
Tarsorrafias temporarias (suturas de párpados externos) protegen el globo ocular, o de tercer párpado a la conjuntiva escleral superior o al párpado superior. Pueden utilizarse en úlceras superficiales.
Trasplantes de conjuntiva propia, traslocaciones conjuntivo-córneo-esclerales propias, o de córnea de donante, de membrana amniótica, de cápsula renal, u otros tejidos son indicados en úlceras profundas y perforadas. Proporcionan una oclusión de la úlcera instantánea, y en ciertas técnicas, aporte nutricional vascularizado o no.

Recomendaciones

Es negligencia profesional dejar de efectuar al menos los test de Schirmer (tira de papel que se humedece con lágrimas en un minuto) y de fluoresceína. La dificultad técnica, tiempo que demandan y costo son insignificantes.
Optar por una buena terapéutica desde primer momento. Luego puede ser tarde.
Efectuar un control 24-48 después. Proseguir supervisando la evolución, de acuerdo con la gravedad.
No elegir o cambiar una medicación por otra al azar. Seleccionar bien.
Practicar sobre ojos cadavéricos las diferentes técnicas operatorias.

Restricciones y contraindicaciones

Los vehículos oleosos, como aceites o ungüentos, solo pueden utilizarse en úlceras superficiales. En profundas y perforadas son causa de uveítis.
Los anestésicos tópicos no deben emplearse como tratamiento para disminuir el dolor. Retrasan la reparación de las úlceras. Sí en forma ocasional, durante un procedimiento quirúrgico o semiológico.

Erosión corneal, úlcera del bóxer, úlcera indolente

Difiere en etiología y evolución. Se produce por debilidad de la unión entre membrana basal y sus células. Es sólo de superficie y tiende a no curar. No se profundiza ni vasculariza. Debridar los bordes. Emplear un antibiótico vehiculizado en condroitín sulfato durante 20-30 días. Si no cura es conveniente efectuar queratotomía en puntos o en rejilla, con el extremo de una aguja hipodérmica, en su extensión y periferia. A continuación medicar otros 20-30 días con una solución o ungüento de cloruro de sodio 5% (hipertónico). Otras posibilidades son queratectomía superficial y/o trasplante conjuntival, que pueden dejar más opacidades.